La Gestión Integral de Residuos Sólidos (GIRS) en Propiedad Horizontal (PH) es una disciplina compleja que implica el control de la generación, el almacenamiento, y la acción crucial del reciclaje y aprovechamiento de los residuos de una comunidad. Su objetivo es la conservación del medio ambiente, la salud pública y la eficiencia económica.
Para las copropiedades, el manejo de residuos se rige por la Ley 675 de 2001, que establece el régimen de convivencia . Este debe alinearse con las normas ambientales nacionales y locales. La correcta implementación, impulsada por el reciclaje, permite a la PH operar bajo principios de sostenibilidad y promueve la economía circular.
La gestión de residuos sólidos en Colombia ha evolucionado hacia la estandarización del reciclaje y la inclusión social. Las administraciones deben conocer las regulaciones, ya que el incumplimiento puede generar sanciones costosas.
El pilar de la separación en la fuente es la Resolución 2184 de 2019, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), que estableció el código de colores único para la separación de residuos en todo el territorio nacional, buscando estandarizar la clasificación y facilitar el proceso de reciclaje para toda la cadena.
La obligatoriedad de este código exige la siguiente clasificación para optimizar el reciclaje en la PH:
El administrador tiene la obligación legal, conforme a la Ley 675 de 2001 y el Código de Policía, de reglamentar la separación en la fuente para el reciclaje al interior de sus instalaciones . El uso de códigos de colores obsoletos (como los antiguos azul, gris y verde) constituye un incumplimiento formal de la Resolución 2184 de 2019, independientemente de la buena voluntad de los residentes.
La planeación se articula a través del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS) municipal o distrital, el cual establece los objetivos, metas y programas para el manejo de residuos.. La regulación general es fijada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA). El administrador debe alinearse con estas normativas municipales y distritales para la correcta planificación logística de la recolección de residuos y
reciclaje.
La eficiencia en la GIRS comienza con la infraestructura, especialmente en el diseño y manejo del Cuarto de Almacenamiento de Residuos (CAR).
El CAR es el área definida para el depósito temporal de residuos sólidos. La normativa nacional (ej. Decreto 1713 de 2002) y la local establecen las especificaciones técnicas. Es obligatorio que las PH cuenten con puntos de almacenamiento apropiados y señalizados para la gestión diferenciada de sus residuos.
El ducto de desalojo (shut de basuras) en edificaciones de varios niveles facilita el desecho, pero requiere mantenimiento riguroso y ventilación adecuada. El manual de convivencia debe regular estrictamente su uso. La clave operativa reside en disponer de espacios segregados y señalizados para los flujos (Blanco:
Reciclaje y Aprovechables, Negro: No Aprovechables, Verde: Orgánicos), facilitando la separación en la fuente.
La gestión inadecuada de residuos no ordinarios, como los Residuos Voluminosos (muebles, colchones) y los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) o escombros, es causa frecuente de incumplimiento.
Estos materiales no deben mezclarse con los residuos domiciliarios de la bolsa negra. La administración debe asegurar que los escombros o residuos voluminosos sean dispuestos a través de
gestores ambientales autorizados y no en el cuarto de basuras ordinario, ya que no son aptos para el reciclaje ordinario.
El modelo de aprovechamiento en Colombia tiene un componente social y legal ineludible: el reconocimiento y la formalización de la labor de la población recicladora.
La normativa colombiana establece el aprovechamiento como una actividad complementaria del servicio público de aseo, reconociendo la labor de los recicladores de oficio. Esto implica que la actividad de
reciclaje debe ser coordinada y organizada.
Para la PH, el éxito del reciclaje depende de la entrega de los residuos aprovechables (bolsa blanca) a Organizaciones de Recicladores de Oficio (ORO) que estén debidamente formalizadas para prestar la actividad de aprovechamiento. Esta articulación promueve la economía circular y garantiza el cumplimiento del marco social regulatorio vigente.
Para garantizar la legalidad de la gestión del reciclaje, el administrador debe verificar la formalidad de la organización de recicladores. La entidad administradora del servicio público de aseo a nivel local o nacional mantiene el Registro Único de Organizaciones de Recicladores de Oficio (RUOR).
Antes de establecer cualquier convenio, el administrador debe consultar este registro. Utilizar el RUOR confiere seguridad jurídica al proceso de reciclaje de la PH.
Las Propiedades Horizontales generan residuos especiales y peligrosos que requieren una disposición diferente a la ordinaria.
Residuos como Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), pilas, luminarias y aceites vegetales usados (AVU) tienen regulación específica y no pueden ser dispuestos con la basura ordinaria ni ser objetos de reciclaje por las OROs, debido a sus características tóxicas o complejas.
La gestión de estos residuos se realiza a través de los Programas Posconsumo. Estos responsabilizan al productor o importador del producto de su recolección selectiva y gestión ambientalmente responsable una vez finaliza su vida útil.
El administrador debe identificar los flujos más comunes:
La logística para estos residuos es independiente. La PH debe coordinar la entrega a puntos fijos o con gestores especializados, ya que no deben ser recolectados ni por el operador de aseo ordinario ni por el reciclador de oficio.
El éxito del sistema de reciclaje se define por la participación de los residentes, ya que la separación en la fuente es un acto individual que se traduce en el beneficio colectivo.
El administrador es un agente de cambio que debe complementar el cumplimiento legal con un liderazgo pedagógico constante. Sin sensibilización, el sistema de reciclaje corre el riesgo de colapsar, impidiendo el logro de los beneficios.
Es crucial promover una cultura de responsabilidad ambiental que genere armonía y sentido de pertenencia en la comunidad.
Para optimizar el reciclaje y fomentar la participación activa, la PH debe implementar estrategias integrales :
La gestión de residuos sólidos en Propiedad Horizontal se basa en el Reciclaje Correcto, el Cumplimiento Normativo y el Compromiso Comunitario.
El cumplimiento exige la adhesión al Código de Colores Nacional (Resolución 2184 de 2019) y la articulación para el aprovechamiento con Organizaciones de Recicladores de Oficio (ORO) formalizadas e inscritas en el RUOR.
El factor humano y el liderazgo administrativo son cruciales. Sin una inversión continua en la sensibilización comunitaria y la capacitación del personal, el sistema de reciclaje no generará la eficiencia ni la sostenibilidad esperada. Se recomienda a los administradores iniciar o fortalecer la verificación de la formalidad de su prestador de aprovechamiento y apalancarse en la oferta de capacitación de las entidades locales.
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