El entorno de la vivienda en Colombia ha experimentado una transformación. El auge del trabajo remoto y el emprendimiento digital ha desdibujado la línea entre el espacio residencial y el profesional. Esta tendencia ha generado una creciente tensión con el régimen de Propiedad Horizontal (PH), un marco legal diseñado para la convivencia y la paz en comunidades. Este informe busca desmitificar el marco legal que rige esta materia en Colombia, proporcionando una guía para propietarios, arrendatarios, administradores y miembros de los consejos de administración.
La regulación sobre el uso de los bienes en la propiedad horizontal está firmemente anclada en la legislación colombiana. El marco legal establece principios claros que limitan la forma en que los propietarios pueden utilizar sus inmuebles.
La base de la convivencia es la Ley 675 de 2001. Esta ley establece que los propietarios deben usar su propiedad "de acuerdo con su naturaleza y destinación". También prohíbe cualquier acto que comprometa la seguridad o la tranquilidad de los demás residentes.
El derecho de propiedad en Colombia no es un derecho absoluto. La propiedad privada tiene una "función social y ecológica". Esto significa que debe ejercerse en armonía con el interés general de la sociedad.
Un error común es asumir que el propietario tiene la libertad de decidir el uso de su inmueble. La destinación del bien privado está determinada por la licencia de construcción inicial y el reglamento de propiedad horizontal (RPH).
Para que un propietario pueda realizar actividades comerciales de manera legal en una vivienda, la única alternativa es tramitar un cambio de uso del suelo ante las autoridades competentes. Este proceso es complejo y poco frecuente.
En el contexto actual, es fundamental diferenciar entre una actividad comercial que cambia la naturaleza del inmueble y una actividad profesional que se realiza a distancia. La falta de claridad en las normativas, concebidas en una era pre-digital, ha generado una zona gris.
Para entender la diferencia, es útil observar las modalidades de trabajo no presencial:
El criterio más útil para determinar si una actividad es permisible es su nivel de impacto en la convivencia. No es el lucro lo que genera el conflicto, sino el flujo de personas, el ruido, los olores y el uso de recursos comunitarios.
Cuando se detecta una actividad comercial no autorizada, el propietario se enfrenta a un sistema de sanciones dual. La primera instancia busca la corrección a nivel interno, mientras que la segunda conlleva consecuencias de alto impacto financiero y legal a nivel gubernamental.
IV. Guía práctica: Un protocolo de acción para todos los actores
La clave para prevenir conflictos y evitar sanciones costosas no reside en la reacción, sino en la acción preventiva y en la implementación de un marco de convivencia sólido.
¿Quién paga la multa, el propietario o el arrendatario?
El propietario no está obligado a asumir las multas impuestas al arrendatario.
¿Se puede restringir el acceso a zonas comunes esenciales?
No. La ley prohíbe explícitamente la restricción del uso de zonas comunes esenciales, como la portería o las vías de acceso. Las sanciones restrictivas se limitan a zonas no esenciales como piscinas o salones comunales.
La ley es contundente al prohibir los negocios que, por su naturaleza, alteran la destinación residencial de la propiedad y vulneran la tranquilidad de la comunidad. El sistema de sanciones es dual: un primer nivel correctivo a nivel interno, y un segundo nivel coercitivo y de alto impacto financiero a nivel gubernamental.
La falta de atención a las advertencias internas puede abrir la puerta a multas millonarias y sanciones urbanísticas que superan con creces el beneficio de la actividad comercial. La clave para una convivencia armoniosa y para evitar los riesgos legales recae en la educación y la prevención. Tanto propietarios como administradores deben comprender que el verdadero valor de su inmueble no es solo su potencial económico, sino la paz y la tranquilidad que ofrece como hogar.
Comunidad Feliz es un software para la administración de edificios y conjuntos que permite gestionar las cuotas de administración, comunicación y procesos clave desde una plataforma web y una app móvil.
Conoce más en ComunidadFeliz.co